Serenos que patrullaban la Plaza Mayor fueron ampayados durmiendo en las camionetas mientras la ciudad era un caos de inseguridad.
Alcalde de Cusco días atrás dijo que se habían previsto las acciones de contingencia, pero a la hora de la verdad, no hubo ningún plan de seguridad y orden; ebrios pululaban al salir de los antros de la perdición, entre varones y mujeres mostraron un triste espectáculo ante propios y extraños.
Esta una muestra más de lo incompetentes que son el alcalde de Cusco Luis Pantoja y funcionarios para poner orden en la ciudad en actividades celebratórias como las de Halloween, donde cientos jóvenes terminaron en las discotecas y locales nocturnos que siguen funcionando ilegalmente en el centro histórico ante la mirada de las autoridades, que en determinados momentos se jactan de cerca estos locales, pero, que siguen funcionando, como si nada, gracias a acciones judiciales que los amparan.
Jóvenes en estado de ebriedad no reaccionaban ante nada, dormían sobre los pisos de piedra de la plaza de armas y en otros casos sus ocasionales amigos las arrastraban por el suelo sin que seguridad ciudadana o la policía intervenga, porque no estaban o se habían quedado dormido en las camionetas de seguridad ciudadana, pero no brindaron auxilio a las mujeres, quienes sabe en que terminaron.
Lo propio hacen otros iracundos al orinar en las bases de la catedral, en los portales o en las áreas verdes del centro histórico, y ya de amanecida ante la mirada de turistas quienes para viajar a Machupicchu por empleo, madrugan y hallaron estos cuadros desgarradores, de una ciudad que se precia de ser la más bonita del Perú, pero que en días festivos se convierte en Sodoma y Gomorra, en un lugar de inseguridad total, y la promesa de hacer de Cusco la ciudad mas segura del país como ofreció el hoy alcalde, queda en solo palabras huecas.
