La Unidad de Salvataje de Lima, junto con efectivos locales, lleva a cabo arduas labores de búsqueda en la localidad de Yucay, enfrentando el incremento del caudal causado por lluvias inusuales en la región de Cusco
La noche del pasado martes se tiñó de tragedia en el distrito de Yucay, provincia de Urubamba, Cusco, cuando dos jóvenes estudiantes desaparecieron tras ser arrastrados por las poderosas corrientes del río Vilcanota, a la altura del sector conocido como Bado. Según informaron medios locales, Clemente Huamán y Crisman Mahomel Fernández, ambos de 20 años, se encontraban intentando cruzar el río cuando fueron sorprendidos por la fuerza del agua.
En respuesta al incidente, el general PNP Julio Becerra Cámara, jefe de la Región Policial de Cusco, confirmó que se han desplegado intensas labores de búsqueda y rescate. Estas acciones incluyen el apoyo de la Unidad de Salvataje de Lima, que ha enviado buzos especializados y un bote salvavidas para reforzar las operaciones en la zona. Además, efectivos locales de la Policía Nacional y el personal de Serenazgo se han unido al esfuerzo por localizar a los dos jóvenes desaparecidos.
Sin embargo, la misión no ha sido sencilla. Las lluvias atípicas que se han registrado recientemente en la región han incrementado significativamente el caudal del Vilcanota, provocando que las condiciones sean aún más adversas y complicando las tareas de rescate.
Esta desgracia no es un caso aislado, ya que el río Vilcanota ha sido escenario de varias desapariciones en lo que va del año. En febrero, cuatro profesionales provenientes de Puno cayeron al río en el sector Ollantaytambo cuando su vehículo sufrió un accidente; solo uno de los cuerpos fue recuperado. Ese mismo mes, un joven pastor desapareció tras caer al río en Yucay y hasta ahora su paradero sigue siendo un misterio.
Con respecto a los jóvenes desaparecidos esta semana, las autoridades han informado sobre el hallazgo de un cuerpo cerca del puente alterno de Urubamba, a unos 15 minutos de Yucay. Aunque aún no ha sido identificado oficialmente, se sospecha que podría tratarse de uno de los estudiantes.
Mientras las familias aguardan con incertidumbre y tristeza por noticias definitivas, este episodio vuelve a poner sobre la mesa la urgente necesidad de extremar las medidas preventivas en territorios afectados por fenómenos naturales tan impredecibles como las crecidas repentinas del Vilcanota.
