Recientemente, el presidente Luis Arce llamó a la unidad de la izquierda en el país para hacerle frente a la oposición. Sin embargo, Morales señaló que solo “el pueblo puede pedirme que decline la candidatura”.
El expresidente boliviano Evo Morales afirmó este miércoles que «solo el pueblo» puede pedirle que decline su candidatura a la Presidencia, después de que ayer el actual jefe de Estado, Luis Arce, renunciara a presentarse la reelección y le desafiara a tomar la misma posición por la unión de la izquierda.
«Solo el pueblo puede pedirme que decline la candidatura. No tenemos ambiciones personales. Vamos a obedecer el mandato del pueblo para salvar, otra vez, Bolivia», escribió Morales (2006-2019) en la red social X.
El exgobernante dijo que «nunca» renunciará a su conciencia revolucionaria y que seguirá «de pie».
«Una vez más convocamos a los hermanos y hermanas que se alejaron, a que vuelvan a la familia, a la cuna de la verdadera revolución, para que, juntos y unidos, triunfemos en las urnas y reconstruyamos la patria destruida», fue el llamado de Morales.
El pedido de Luis Arce
El martes, Arce renunció a la reelección presidencial en los comicios del próximo 17 de agosto y llamó a la unidad de la izquierda del país en torno al candidato con mayores posibilidades para hacer frente a los partidos de oposición.
El jefe de Estado convocó a los sectores de izquierda a conformar «la más amplia unidad» ante los que llamó los «verdaderos enemigos»: la derecha y el imperialismo.
Asimismo, pidió a Morales a que también decline su candidatura y llamó al presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, a respaldar la búsqueda de unidad en el bloque popular.
«Reafirmamos nuestro compromiso con una unidad verdadera y transparente, construida de cara al pueblo y no mediante pactos oscuros o acuerdos a espaldas del pueblo», escribió este miércoles Rodríguez en X.
También mencionó que «es necesario un cambio radical» y lamentó «las extralimitaciones, el abuso de poder, los casos de corrupción» además de las «acusaciones y ataques incesantes» que han llevado a Bolivia a una «profunda crisis económica».