El juicio oral, inicialmente previsto para el 26 de agosto, ha sido reprogramado para septiembre debido a la falta de un traductor de lengua quechua
Más de un centenar de comuneros de Urinsaya, Espinar, llegaron al Cusco para exigir justicia en el juicio contra diez de sus líderes acusados de secuestro. Las acusaciones surgen tras las protestas de 2020 contra la minera Las Bambas, a la que culpan de contaminación ambiental.
La Fiscalía solicita 20 años de prisión y una reparación civil de diez mil soles. Sin embargo, los comuneros denuncian que estas acusaciones son una represalia por su lucha en defensa del medio ambiente. Afirman que el proceso judicial está plagado de irregularidades, incluyendo la falta de pruebas contundentes.
El representante de la comunidad, Marcos Wilka, rechazó las acu- saciones, señalando que no existen fundamentos sólidos para los cargos. La reprogramación del juicio para septiembre, debido a la ausencia de un traductor de quechua, ha generado preocupación entre los comuneros, quienes temen más dilaciones en la búsqueda de justicia.